08 agosto, 2006

¿Es lícito cobrar para entrar en los espacios naturales protegidos?

Un planteamiento lineal, casi revanchista, nos llevaría a la siguiente pregunta: ¿Si Alberto Ruiz Gallardón, por ejemplo, puede cobrar cualquier precio por cualquier concepto para sufragar cualquier proyecto, por qué no generalizar de una vez el cobro de algunos servicios ambientales? Aunque habrá muchas personas a las que ya les parecerán excesivos los presupuestos de las administraciones ambientales, garantizar el derecho a visitar nuestro[1] patrimonio natural no nos sale precisamente gratis. Y más existiendo ya especializados servicios educativos, interpretativos, de uso público o como se les quiera llamar, que atienden a los cada vez más abundantes usuarios de los espacios naturales protegidos.



A nadie le extraña que le cobren por visitar, por ejemplo, el Museo Sorolla, la Colegiata de Santillana del Mar o la Catedral de Teruel. Y todos tenemos perfectamente asumido que el importe de la entrada sufraga total o parcialmente el servicio educativo que se nos presta, los gastos de conservación y mantenimiento y cierta compensación a los propietarios. Mientras muchos ciudadanos de países vecinos de lo que se asombran es de la ausencia de precio por los servicios de Interpretación del Patrimonio en el medio natural, si aquí se generalizasen es seguro que nos costaría rascarnos el bolsillo para ayudar a conservar, por ejemplo, los Pinares de Valsaín, el Cañón del Río Lobos o el Hayedo de Montejo. Y aunque estamos acostumbrados al cobro por ciertos servicios en esos lugares, algunas veces más vinculados con el turismo a secas que con el turismo ambiental, de naturaleza, ecoturismo o búsquese la etiqueta, hay un extenso abanico de posibilidades de recaudación: disuasoria, de temporada, por servicios prestados, por el acceso, por el acceso en vehículo, el aparcamiento, la visita a los centros de visitantes, las publicaciones técnicas... todas dignas, muy posiblemente ajustadas a las necesidades del espacio y alejadas del camuflaje de intereses ajenos a la conservación.

Andrés Bermejo García
Director Técnico de INATUR Sierra Norte, S.L.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Estoy completamente de acuerdo. Aunque pueda parecer contradictorio, lo que no CUESTA parece que no VALE.