15 septiembre, 2006

Sobre mi calidad de vida

Acaso por recurrente se cansa uno de abundar en la protesta de lo hartos que estamos los madrileños de las obras, el ruido y la contaminación. Pero hay que decirlo: mi calidad de vida como habitante de esta ciudad se ha deteriorado sobremanera en los últimos tiempos. Creo que no hay respeto por el ciudadano, ninguno, y lo peor de esta situación es que tengo la sensación de que “vale todo”. Es terrible. El poder de Gallardón y Aguirre parece ilimitado y hacen y deshacen a su antojo, sin miramientos, quizá asesorados por colaboradores sin ninguna sensibilidad que transmiten a ellos su frialdad. Las normas urbanísticas, la legislación ambiental, el patrimonio natural y arquitectónico... son meros títeres que parece que usan o apartan a su antojo para conseguir sus fines.
Veo con tristeza que ni siquiera la comunidad científica, el peso de los expertos más prestigiosos, no sirve cuando ellos también protestan. Y lo peor de todo es que se les descalifica, se pone en duda su juicio, que en su lugar sí es sano. ¡Vaya despropósito!
Me gustaría ver a uno de estos nuevos faraones apretados en el autobús, atascados en una vía, esperando largo tiempo en una parada, pagando por aparcar, pasando calor por los fallos de los servicios, tragando polvo, aguantando ruidos insoportables, viendo cómo los árboles de su entorno desaparecen... Pero no, ellos no sufren esto.
Soy de los que piensa que el fin no justifica los medios, sobre todo si no parece que haya fin y nos estamos hipotecando a largo plazo, gastando los “cuartos” para conseguir unos supuestos “medios” que a ellos les den “enteros” electorales.
No creo que tener la mayoría electoral les justifique tanta soberbia ni creo que deban perder por ello la sensibilidad para los ciudadanos, que sufren con lo que han de aguantar o viendo como se destruye el patrimonio natural, un bien de por sí escaso y poco valorado.
Hay un precioso texto que aparece en el monasterio de Uclés que dice quod fas facere debui et feci, que viene a decir algo así como “lo que estaba bien que hiciera debía hacerlo y lo hice”.
Pues me gustaría que hicieran que lo que crean que es bueno, pero que piensen que hay formas más cuidadosas y sensatas de hacerlo.
Yo, al menos, espero que en las próximas elecciones los ciudadanos de Madrid ciudad y autonomía no les voten y les boten. Ojalá los que vengan tengan en cuenta está reflexión que sé que comparto con muchos madrileños.


Coyote Reservado.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Guepardo-Sin está de acuerdo contigo,pero le parace que no somos tantos madrileños, son más a los que le da igual