19 julio, 2008

El mundo al revés

Nos hemos acostumbrado a una planificación de tráfico urbano coincidente con casi todas las ciudades españolas. El uso del estacionamiento regulado en nuestras calles es habitual y nuestros dirigentes venden la idea como la solución al uso indiscriminado de nuestros coches. Con ello minimizamos la polución en nuestra ciudad y ahorramos energía y combustible, además el Ayuntamiento recauda algún dinero para incorporarlo en futuros presupuestos que mejoren, si cabe, nuestra ciudad. Después de leer esto da la impresión que no tenemos derecho a quejarnos, es todo tan perfecto que sería delito criticar tan maravillosa medida. Pero hagamos un ejercicio demagógico y sibilino, no es tan malo, nuestros dirigentes lo hacen constantemente aunque critiquen su uso de manera también constante. Pensemos. El tener que pagar por aparcar nuestros coches en la calle bajo unos estrictos horarios, nos obliga a pagar más y pensar que simplemente es una medida recaudatoria ¡Hay que ver que mal pensados somos los ciudadanos! o a mover de nuevo el coche porque se nos ha agotado el tiempo de estacionamiento. También es bueno recordar que la normativa municipal de estacionamiento de casi todas las ciudades, penaliza a los vehículos que están aparcados en el mismo sitio durante más de tres días aunque no se encuentren en zona vigilada de estacionamiento. La cuestión es que un vehículo aparcado está en estado latente, inerte, no gasta, no contamina, sólo ocupa un lugar en nuestro espacio, lo que sí gasta y poluciona es cuando lo movemos. Imaginemos nuestra ciudad idílica con transporte público con precios asequibles, nuestros coches aparcados y que sólo se cobrase a los coches que circulan, sería otra cosa ¿Verdad? Posiblemente se recaudaría menos o quizás más, pero puede ser que el ahorro energético, la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero y tóxicos, el ruido y otras molestias, serían menores. En resumen, en este momento, se grava al ciudadano por tener inmovilizado el automóvil y no al ciudadano de pro que puede estar un día entero dando vueltas por el centro de la ciudad contaminando, haciendo ruido y promocionando de forma gratuita a las marcas de fabricantes de coches favoreciendo, aún más, la compra de nuevos vehículos. Es como si nos cobraran por tener el grifo del agua de la cocina cerrado y no nos cobrasen por tenerlo abierto de forma indiscriminada o quizás, en un futuro, nos cobraran en un parque por estar sentados en vez de ir corriendo, aunque esta última medida favorecería el tránsito, en este caso, el cardiovascular.

Eduardo Lamana
Biólogo

No hay comentarios: